Un blog chapucista, de fumadores, y de derechas

lunes, 12 de abril de 2010

Este es el resultado

Sigue siendo fascinante el comprobar cómo el alma del artista- ese crisol de inquietudes, pasiones y cruzadas del corazón- siempre termina esculpiendo un universo propio que arrebata la propia identidad del creador, logrando que no lleguemos nunca a conocer al hombre, sino a su fondo; y que todos nuestros interrogantes choquen ante la impenetrable planicie de sus fotografías y sus retratos, blindados por la magnitud y la masa de sus propias obras.

Conocer a Lovecraft, póngase por ejemplo, es ya imposible. Todo tentativa de aproximarse a las particularidades de su vida privada queda anulada por su expreso deseo de refugiarse tras el papel. Las innumerables cartas y biografías resultan insuficientes para desenmascarar a este heroico freaky que, bajo el aterrador clasicismo de su pluma, redujo a la humanidad al tamaño de un guisante. Asimismo, el pordioserismo desvergonzado de Bukowski queda más representado por el propio contenido de sus textos, brutales y provocadores, que por las consabidas anécdotas de su biografía. Nunca veremos a Kafka o a Pessoa realizando un discurso, pero la esencia de sus pensamientos, la veracidad de sus genuinas filosofías están ahí, latentes en sus relatos y en el fondo de sus vetustos baúles.

Resulta de lo más placentero navegar de autor en autor, de estilo en estilo, de época en época, y descubrir así un apasionante conglomerado de identidades, de miradas, de formas de entender la vida. Los distintos arcos del arte componen, entrelazados, un diáfano reflejo del carácter humano, tan heterogéneo, imprevisible, inclasificable, irrepetible.

Ese mismo hecho me hace disfrutar como un loco cuando descubro, quizá bajo la enmohecida trampilla de un cabaña abandonada, que lugares como este espacio siguen vivos. En la Chustería unos afilan el mango de su sarcasmo y su ironía, estos regurgitan la malevolencia de sus neurosis nocturnas, aquellos atrapan su compleja captación de la realidad en la armonía de unos pocos versos... unos gritan, otros susurran; en suma, todos confiesan. Este es también un hermoso espejo para la humanidad.

1 comentario:

Un humilde redactor dijo...

Gracias, infinitas gracias. Un orgullo tenerte a mi lado, grande entre los Grandes, quién sabe si, quizá dentro de un tiempo naveguemos entre "Bukowskis", "Lovecrafts", "Garcias Marquez", "Llorentes Requena" o "Vegas Villanueva".

Es un honor que estés aquí, de nuevo, un honor Lars. Siempre es y será tu rincón. Gracias por volver o por no haberte ido.

(otra cosa... dejemos tu parecido físico con Lovecraft a parte, jeje)