De vuelta

Volvíamos cada una de nuestro pueblo/ciudad/hogar que mas da, la cuestión es que estábamos contentas nos dirigíamos a Altea que pasados solo tres días ya la echábamos de menos. Siempre volvíamos juntas sobretodo en primero que casi todos los fines de semana volvíamos obligadas a visitar a la familia y a los amigos. Ese día de camino de la estación de buses a la parada del tren, que se encontraba en medio de los huertos, ella y yo encontramos un atajo un tanto aparatoso, pero que coño con tal de llegar antes por que no??. Empezamos a caminar pues por esas vías del tren, echamos unas fotos, nos reíamos, hacíamos planes, nos contábamos nuestro asqueroso fin de semana mientras seguíamos caminando por las vías del tren, ella empezó a caminar por solo una de las vías haciendo equilibrio con los brazos para no caerse, aunque no se haría daño pero daba rabia perder el equilibrio, ella iba delante mía y me dijo -oye si viene el tren avisa me!! así que seguimos caminando cuando justo en un pequeño trozo en el que la vía estaba sobre un pequeño puente a mi se me ocurrió gritar -¡¡¡el tren!!!!, de repente sin girarse para ver si era cierto ella empezó a correr como una loca y se lanzo sobre los arbustos que se encontraban a su izquierda. Cuando se giro me vio partiéndome el culo como una niña mientras la señalaba y le decía lo tonta que era, ella simplemente apretó los labios fingiendo que estaba cabreada pero no pudo evitar reírse también, fue genial.

Al final llegamos a Altea, estábamos reventadas pero ya estábamos en casa, nos tiramos al sofá levantamos los pies encima de la mesa del comedor y nos encendimos un cigarro cada una.