Un blog chapucista, de fumadores, y de derechas

miércoles, 30 de junio de 2010

El ayer que se convirtió en tumor

Una mirada es suficiente para lograr entender
tu incomprensión hacia mi ente, un vil hastío.
Oigo el derrumbe de un glaciar interior sin ver
que lejano estás, pues partiste en navío.

La disonancia del amor y mi envenenamiento
el crepúsculo solloza en silencio nostálgico.
Caminaré sin rumbo, con semblante trágico, 
tratando hallarte, ignorando el agotamiento.

Te busco concienciada de que te merezco
y te encuentro en brazos de otra, ¡NECIO!
Trémula, entre las penumbras desaparezco
ahogándote, demente, con una soga de desprecio.

Mi corazón y alma quebrantados crecen,
tiesos, duros y helados por los celos,
ignorando el sentimiento que subyacen
pues te marchaste, traidor, a otros cielos.

Abatida al lugar de tu abandono regreso,
atravieso las grandes ciudades y anchos océanos,
el odio me guió, la sangre ilustró el trayecto
apenas pudiendo arrastrar tu muerto peso.

Al borde del abismo arrullándote me encuentro
sollozando sumida en mi frío y letal invierno,
me lanzo al vacío deseando por dentro
arrastrarte, muerto, conmigo al infierno.

Amor mío, para compartir un idilio
con paciencia has de alimentarlo
Para escribir un poema de suicidio
sólo he de recordarte y desearlo

2 comentarios:

Aponia dijo...

Nunca dependas de un hombre, no traen más que problemas xD Por cierto, me ha encantado lo de cabezazos contra el gotelé!!!

Mostaza dijo...

ARGH lo del gotelé es porque mi habitación de Valencia tiene y lo odio, cuando me golpeo sin querer contra la pared me mata interiormente su tacto!!