Un blog chapucista, de fumadores, y de derechas

miércoles, 24 de junio de 2009

La problemática del yo y la coexistencia social.

El verano llega planteándose curioso, en un mar de dudas, en un ideario crítico y cínico. Replantearse el día a día para conocerse a uno mismo. Esa es mi meta en la vida, creo que para ello he venido a este mundo, he nacido para conocerme a mi mismo.

El otro día un chico de la facultad me planteaba que era el "yo", mi contestación se limitó a que somos un cúmulo de experiencias, adquiridas por nuestros sentidos y la suma de las experiencias de nuestro entorno, el "yo" es la suma de todos estos factores tan distintos. Somos un pequeño universo, el centro del mismo.

Por ello podemos decir que, evidentemente, desde nuestro punto de vista, somos el centro del universo, todo gira a nuestro alrededor porque el vivir, el sentirse vivo, la mera existencia, el dia y la noche gira en torno a las experiencias que adquirimos por nuestros sentidos, que una vez procesados por nuestra razón nos dan la idea de realidad, nuestro visión del mundo. Queramos o no estaremos siempre en el "centro" del meollo personal.

Somos seres sociales y partiendo de esta definición anterior somos seres egoístas por lo que se crea un conflicto entre la sociedad y el individuo. Mi manera de entender este dilema nace de que el vivir en sociedad no es más que pequeños acuerdos para la coexistencia de esos miles de universos. Es una idea simple para un pequeño razonamiento filosófico.

La coexistencia social plantea varias cuestiones a un nivel superior del comportamiento social.

Digamos que si todos somos un cúmulo de experiencias nuestra integridad se puede diluir, pero eso puede controlarse con las experiencias personales, con el día a dia del sujeto, que limitado en un "físico", nuestro cuerpo, puede dominarse a si mismo, la función de recolección y adecuación de nuestra mente hace que la integridad del "alma" permanezca dentro de este desorden sensorial.

La otra cuestion que nace de la coexistencia social es que si somos cúmulos de experiencias diversas no hay seres superiores, no hay razas, solo existe la experiencia social. La experiencia social, por fuerza nos iguala unos a otros, porque dentro de nuestras individualidades nos reduce a lo básico del ente humano, todos, absolutamente todos somos cúmulos de experiencias, y por ello no puede nadie gobernar a otro, compartimos experiencias, socializamos, nos comunicamos pero la idea innata de superioridad-inferioridad no existe por la sencilla razón de nuestra primaria experiencia.

La coexistencia social es un hecho, es una de las grandezas del ser humano y la experiencia social es la vida misma, la raiz de la humanidad. Pequeñas divergencias físicas hacen de cada ente social un individuo, pero lo que nos impulsa a seguir adelante, nuestra fuerza interior es la experiencia, somos sacos de datos procesados hasta el extremo, somos un bloque de arcilla que se modela con el tiempo.

Por ello pienso que mi paso por este mundo se limita a mi propio conocimiento, puedo ponerme en la piel de otros pero mi divergencia es la experiencia social, mi onanísta búsqueda del yo se reduce a seguir hacia adelante, por muchos temporales que vengan.

Coexistencia social, experiencia social, coexitencia onanista, socialización intelectual:

Onanismo intelectual.

Fdo:
Un humilde redactor

2 comentarios:

Ferran Vega dijo...

Después de leer tu elucubración acerca de los conflictos entre la experiencia social y el organismo social, no puedo estar más de acuerdo. Me encanta como extraes, de todo ello, la idea de la igualdad: no puede existir superioridad ni inferioridad en el género humano, ya que todo se reduce a nuestra experiencia. Efectivamente, somos un bloque de arcilla en constante modelaje; y en gran medida depende de nosotros que no nos quedemos en un simple boceto. Un saludo.

Opulot dijo...

Interesante vision del mundo