Mis segundos eran eternos, mis minutos eran eternos, mis horas eran eternas, mi existencia entera era demasiado larga. Estaba sola, no recuerdo mi nacimiento, no recuerdo los chillidos de dolor de mi madre, no recuerdo mi primera lágrima ni mi primera sonrisa, no recuerdo mi primer recuerdo.
Y sé que mi vida no es la de una emperatriz, ni la de una reina. Sé que no se me recordará por nada y que acabaré en un foso común, sé que mi paso por este indeciso y caótico mundo no ha sido nada y que todo lo que he sido se morirá conmigo. Y sé que mis recuerdos no son nada, son polvo que desaparece al unísono con mi vida. Y muero sola, como un ser vivo más y recordaré mi muerte como mi nacimiento, sólo que no lloraré, no gritaré y mi nombre se borrara , mis ojos se cerraran y recordaré mi nacimiento tumbada en la cama desnuda y arropada, sola.
Las imágenes de mi vida y de mi muerte miradas o mostradas como un recuerdo que permanece a lo largo del tiempo. Un único recuerdo que plasmó un pintor acabado y solo. Un recuerdo que alguien encontrará y se preguntará si fue real. Una imagen vacía, que deja lugar a la duda y una imagen oscura con la insinuación de mi cuerpo desnudo. Y por ultimo, la imagen de una muerte tan clara como la sangre recorriendo mi pálido brazo.
6 comentarios:
Olé la reina mora!!!!
Buen comienzo, bienvenida al club de los suicidas, bienvenida al club de los "poetas" muertos.
Nunca mejor dicho
jooo q bonito gracias!!! de verdad. Todo un honor formar parte de el club de los suicidas y de los poetas.
enhorabuena es muy buen texto! bienvenida guapa
Llego tarde (como siempre), ¡pero bienvenida!
Publicar un comentario