Un blog chapucista, de fumadores, y de derechas

domingo, 13 de junio de 2010

DISCURSO DE GRADUACIÓN

Chus aqui dejo como me pediste el discurso que lei ayer para la graduación:

Bona vesprada a tots els presents.
Buenas tardes a todos los presentes.
En primer lugar debo agradecer en nombre de mis compañeros la presencia de todos y cada uno de los familiares y amigos que hoy se han emplazado en altea para acompañarnos en esta efeméride a través de una velada que pone punto y final a cinco años de carrera y de incontables vivencias que nos quedarán grabadas de por vida independientemente de la edad de cada uno de nosotros en el momento de cursas esta aventura personal.

En segundo lugar debo dar las gracias encarecidamente a los delegados por hacer posible que hoy, todos los que estamos aquí podamos disfrutar de un acto como este, los más cercanos a vosotros somos consientes de todo lo que habéis tenido que aguantar y soportar por los constantes quebraderos de cabeza, las discusiones y las dificultades: Javier Agulló, Seal, gracias por tu esfuerzo y tu intachable entereza, Jesús pastor, Chus, (al que admiro enfervorecidamente por la complicidad literaria que nos une, ) me quito el sombrero ante ti por la galantería que te define, por tu honradez, por lo mal que lo has pasado estos últimos meses para que esto llegase a buen puerto, gracias de verdad a ambos por pensar y confiar en mí para este acto brindándome así la oportunidad y sobretodo la responsabilidad de representar a mis compañeros en un discurso de despedida que acepto encantado a riesgo de parecer cursi y soberbio.
Ambos saben de la devoción que siento hacia este pueblo, al que le tengo una estima especial y saben también de la importancia que tiene para mi poder poner voz a los sentimientos de mucha gente, quizás por ello me encargaron un texto pensando en que podía salir algo pseudo poético pero que atisbo no será más en un discurso remilgado y melindroso.

Bien es cierto que nunca llueve a gusto de todos y esta vez no creo que sea una excepción, para algunos podrá estar bien, para otros podrá resultar ñoño, aburrido o en el peor de los casos cumplidor por su alto contenido sentimental pero sabéis que soy muy dado a exagerar, por ello pido perdón y ruego a mis compañeros un esfuerzo de empatía por la dificultad de expresar con palabras lo que cada uno de vosotros sentís en estos momentos que saben ya a despedida.
Creedme cuando os digo que ha sido tremendamente complicado escribir esto.
Como decía, esta aventura personal la hemos comenzamos la gran mayoría de nosotros juntos, algunos nos han dejado, otros se han ido incorporando en el transcurso de este lustro y algún desdichado continuará algún tiempo más pero todos coincidimos y confluimos en una misma hazaña que es la consecución de un valioso ciclo, donde se han amalgamado juventud, madurez y experiencias adquiridas por ambas partes.
Por ello me gustaría destacar a los compañeros y compañeras que a diferencia de muchos que sólo nos debemos al ámbito universitario han caminado con nosotros, compaginando trabajo y obligaciones propias de su edad, creo que los más jóvenes estamos de acuerdo en que de ellos hemos aprendido más que de el resto y que ellos merecen un especial reconocimiento porque si el estudio y la constante formación en cualquier ámbito académico es algo plenamente vocacional, tiene aún más mérito si se trata de bellas artes, en su sentido puramente altruista.
No diré nombres para no personalizar pero cada cual ya tendrá en mente a esos compañeros/as.
También es cierto que el contexto en el que nos hemos encontrado es un motivo a señalar; la facultad instaurada en este pueblo, en Altea.
Si estamos aquí, es porque lo hemos elegido nosotros, si seguimos aquí es porque lo hemos querido así, por motivos diversos pero todos ellos de peso. Altea nos ha regalado mucho para aquellos que no necesitábamos más que tranquilidad y aprendizaje.
Es cierto que aquí no tenemos salas de exposiciones, ni teatros, ni museos pero eso no es algo trascendental si a cambio nos ofrece la posibilidad de conocernos a nosotros mismos y jamás debemos sentirnos menos preciados por salir licenciados de esta universidad.¡Jamás!
La gran mayoría hemos tenido la posibilidad de irnos fuera, de ampliar nuestras expectativas, de ver otros sitios y no lo hemos hecho, no hemos querido, no lo hemos necesitado, otros sí han conocido, han comparado y han decidido volver. Por algo será.
Compañeros de aquí debemos salir con la cabeza bien alta, sino lo hacemos será síntoma de que nos hemos engañado a nosotros mismos y hemos faltado a nuestros principios: a anteponer el aprendizaje a la nota puramente académica.
Recordaremos las experiencias, lo vivido; esas vivencias buenas y malas conforman un sabor agridulce señal de una lucha y una entrega personal claro está con ayuda de los nuestros.
Altea nos ha dado la oportunidad de conocernos; de juntar a gente de todo tipo, de aprender y de apoyarnos entre nosotros. Y esto no es decir por decir, y mirad, aunque algunos profesores nos han inculcado que no existe la verdad absoluta y que el simple hecho de afirmar que estamos ante esa verdad niega dicha afirmación, me arriesgaré a decir que en este caso, si es una verdad absoluta, sí hemos sido una gran familia .
Os pido perdón porque aquí si voy a personalizar puesto que se lo debo y es un ejemplo de lo que acabo de citar.
En mi caso altea y esta carrera me han regalado un hermano sin el cual no hubiese llegado hasta aquí; gracias Pablo Fermín Fernández Riquelme (Chiquillo) por cumplir tu promesa de seguir juntos en Altea los cinco años. Muchas gracias.

Lo dicho compañeros, jamás os arrepintáis de haber formado parte de esto, yo no lo haré pues no sería justo para nadie, no nos lo merecemos.
Nosotros podemos presumir, que coño, debemos presumir de la libertad artística y creativa que nos ofrecen los profesores, en esta universidad se logra entablar un seguimiento por parte del profesorado para con los alumnos de tú a tú, ese trato personal se agradece y pienso sinceramente qué es esencial para el estudio y el trabajo de las bellas artes, el personal docente nos conoce por nuestro nombre y apellidos, saben de nuestros intereses, de nuestra temática, aquí no somos un absurdo número de expediente como en otras universidades de “prestigio” o de “fama”.
Y alguno de estos profesores, los que merece la pena conocer, bajan de la peana de “superioridad” para ser colegas (no en el sentido coloquial de la palabra), me refiero a compañeros de profesión, que en ningún caso se debe confundir con favoritismo, más bien todo lo contrario, una mayor exigencia a cambio de su confianza.
Incluso de los profesores con ese ego de artista desmedido o prepotencia hemos aprendido, en este caso, a no ser como ellos.
Hace aproximadamente una semana el catedrático Kosme de Barañano un hombre que ha impartido docencia en muchas universidades de Europa decía en su última clase que no somos conscientes ni el alumnado ni el profesorado de que Altea es la mejor universidad de bellas artes de toda Europa por su localización, su vitalidad, sus talleres etc.
¡Sí somos conscientes de ello! por eso debemos dejar a un lado la desidia, no podemos permitir que se antepongan los intereses personales de unos pocos que intentan burocratizar esta facultad robando así la gran virtud de la UMH.

Pero en fin, quedémonos con lo mejor, con lo que ha valido la pena vivir, con los nuestros…

Prueba de ello y para terminar este discurso me gustaría acabar de la misma forma que se despidió de algunos de nosotros en su última clase un ex profesor, Luís Ángel Abad, (Koldo), que para muchos representa los valores y la esencia de esta carrera, él terminó recitando un poema y yo haré lo mismo en su honor.

Vosotros lo quisisteis así; de toda senda.
¡Id a vuestra suerte!
¡Vista clara y serena!
¡Atento oído!
Si teméis al peligro, estáis perdidos
Vosotros lo quisisteis

¡Ahora volad libres!

Gracias a todos.

2 comentarios:

Serril dijo...

Cuantas lagrimillas se disimularon esa tarde

pablollo dijo...

Habia mucho sentimental ayer en mi discurso. Fue un honor y era mi intención hacer aflorar las lágrimas de todos; por lo menos de los más cercanos.

Gracies Joan