La revisión social. El tercer estadio de la coexistencia social.

La puesta en práctica de la coexistencia social se ve condicionada por muchos factores.

El imposible tercer estadio, la revisión social implica la nulidad de mi teoría. Es prácticamente imposible iniciar una revisión social para fomentar una nueva organización social, ya sea esta un ideario o un imaginario, una utopía.

Eso es la coexistencia, una bonita utopía, una nueva forma de llamar al marxismo o al anarquismo. Mas bien lo veo como un socialismo utópico, pero la teoría la reduce a una identidad grupal, tan peligrosa como el estalinismo, el totalitarismo franquista o el nacional-socialismo alemán.

Pero veamos esa revisión social como podría dirigirse.

Recordemos la idea de la coexistencia como las relaciones implicitas ("acuerdos de coexistencia") entre los entes individuales para la convivencia. Estos puntos en común nos dirigen hacia la "conciencia colectiva", la llamada experiencia social, la cual es la base y unidad del ser humano y a la vez su divisor. El ser humano es ante todo un ser social, un ser que ante todo convive en sociedad, y en ella se desarrolla el potencial humano.

Para iniciar la revisión social debemos individualizar la experiencia, un proceso transitorio para poder llegar a nuevos acuerdos, a nuevas relaciones y reestructurar el problema de base de la coexistencia social, la experiencia social.

La revisión social es un estadio individual dentro del colectivo, tras él solo existe una nueva coexistencia, nuevos acuerdos, nuevas organizaciones. Bonita utopía.

La estructuración física humana nos remite de un único organismo, a una organización de organismos, ya sea un conjunto pluricelular complejo como es el ser humano o un conjunto de organismos individuales organizados bajo un mismo lema o ideario común, como es una sociedad.

El ser humano solo copia estructuras de la naturaleza, lo hace inconscientemente. Es el instinto del ser humano. La sociedad no es más que una copia de la estructura de la naturaleza.

El inicio de la revisión social viene dada por la especialización humana de la experiencia.

La especialización de la coexistencia, la llamada especialización humana, derivada de la puesta en práctica de la experiencia social nos permite adentrarnos en el proceso de individualidad de la experiencia, ya que al especializar la experiencia social no hacemos más que individualizar esa experiencia, y aunque la especialización esté en límites de individualidad la idea colectiva de la experiencia, los trazos y lazos, los nexos entre entes sociales, siguen su curso buscando una nueva manera de relación.

Los acuerdos de adaptación, la derivación de la experiencia social tras un proceso de especialización y posterior asimilación por el ente humano (ya sea físico o social) son el medio para la integridad del proceso de regulación de la individualidad de la experiencia mediante la especialización.

Dejemos claro estos puntos y divergecias confusas.

La revisión social es el proceso por el cual se individualiza la experiencia y se inicia un nuevo proceso de puesta en marcha, un reinicio. Un estadio individual dentro del colectivo, repito.

El inicio de la revisión social es implicito a la puesta en práctica de la coexistencia social. Como la coexistencia tiene un grave problema, la experiencia social, ésta debe ser adaptada para la practicidad mediante la especialización humana de la experiencia y su posterior adaptación a la teoría, cuya función cumplen los acuerdos de adaptación.

Los acuerdos de adaptación, especializaciones de la experiencia colectiva, son reguladores de individualidad en el pre-proceso de la revisión social.

La implantación de la coexistencia debe hacerse como un proceso gradual, y ese proceso debe regirlo y normalizarlo la adaptación del ser humano, el cual debe mirar hacia atrás, a sus sociedades, y debe tomar ejemplo de la practicidad, debe analizar la sociedad, analizándose él primero, porque es del individuo, de la unidad de donde nace toda colectividad. La colectividad no es más que la suma de individuos.

El cuarto estadio llama a la puerta: La reestructuración social.

Fdo:

Un humilde redactor